miércoles, 24 de noviembre de 2010

Echar de menos sin conocer



¿Cómo se echa de menos a alguien que no llegaste a conocer? Yo tan sólo tenía cuatro años cuando se fue. Dicen que a esa edad no recuerdas muchas cosas de las que te sucedieron, pero a él le recuerdo perfectamente. Me acuerdo de lo alto que era, de su voz, y del perfume que siempre llevaba. Y siempre me he preguntado cómo habría sido conocerle a fondo, poder contarle lo que iba aprendiendo en el colegio, que me llevara a pasear o simplemente pasar el rato hablando. Mis padres en muchas ocasiones me han explicado cómo era, y todo siempre son buenas palabras, y una parte de mi se alegra de que fuese tan buena persona, pero la otra se quedó con las ganas de saber quién era, y que fuera él quien me explicase las cosas. Mi padre siempre me dice que nos hubiéramos entendido a la perfección porque en muchos aspectos nos parecemos, y que hubiera disfrutado de conocerme y ver que he conseguido casi todo aquéllo que me he propuesto a lo largo de mi vida.

martes, 23 de noviembre de 2010

De aeropuertos y cuentos de hadas


En algún momento de nuestras vidas, todos hemos dejado volar nuestra imaginación hasta regresar a nuestra infancia y volver a pensar en esos sueños que sólo tienen los niños. Es cierto que en la vida real, y aún siendo mayores, en algunas ocasiones seguimos teniendo esos sueños, con algunos cambios o distintos matices, pero que al fin y al cabo siguen conservando la misma esencia. Por eso, creo que todos en algún momento hemos estado en un aeropuerto y hemos echado la mirada hacia atrás esperando hasta el último momento que apareciese alguien; alguien que, pese a desearlo con todas nuestras fuerzas, sabemos que no va a estar allí, bien porque ese no es su sitio, porque no es consciente de todo lo que está pasando o bien porque todavía no ha llegado el momento de que esté ahí; pero aún así seguimos esperando, de pié, inmóviles, conservando la esperanza hasta quedarnos sin aliento. Es cursi, lo sé, pero siempre he soñado que ese alguien estuviera en ese mismo aeropuerto, sonriendo y dándome a enternder que nos veremos a la vuelta.

Dentro de tres días estaré en el aeropuerto dispuesta a coger un avión con destino a Roma, caminando entre miles de personas que van y vienen desde y hacia destinos insospechados; y estaré allí, mirando a derecha e izquiera, esperando. En fin, ya lo veis, los sueños de príncipes encantados que salvan princesas en peligro no sólo los tienen los niños cuando son pequeños e inocentes.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Sensaciones que pasan fronteras

 
Dicen que nuestros sueños son nuestro mundo puesto al revés. En muchas ocasiones tenemos sueños que nos confunden porque nos parecen reales, haciendo que lo que sentimos mientras soñamos, traspase esa frontera y nos acompañe el resto del día. Si la sensación es agradable, es genial porque te puedes pasar el día con una sonrisa, pero si lo que soñaste fue algo que no te gustó, que te hizo sentir mal hasta llegar al punto de que te hizo daño, seguramente va a ser más difícil de olvidar y concentrarte en otras cosas. Hace dos noches soñé algo que para nada me gustó. Y cuando me desperté por la mañana me sentí dolida, y aunque sólo recuerde una parte del sueño, sé que me hizo daño. Fue uno de esos sueños que por mucho que quieras olvidar, no puedes, los recuerdas durante días o tal vez meses, y la sensación que tuviste te acompaña vayas donde vayas. Sí, sólo son sueños, cosas no reales, pero que la mayoría de las veces te muestran lo que tú intentas esconder o negar cuando estás despierto. 

martes, 16 de noviembre de 2010

El cambio es constante


"Cuando decimos que la gente no cambia, los científicos se echan las manos a la cabeza, porque el cambio es la única constante en la ciencia; la energía, la materia, siempre están cambiando, metamorfoseándose, fusionándose, creciendo, muriendo; lo antinatural es que las personas intentemos no cambiar, que queramos aferrarnos a como era todo antes en vez de dejar que sea lo que es, que queramos aferrarnos a viejos recuerdos en lugar de generar otros, que insistamos en creer que, pese a los indicios científicos, todo en la vida es permanente, el cambio es constante; como vivamos ese cambio depende de nosotros, puede parecernos la muerte o una segunda oportunidad en la vida; si nos relajamos y nos dejamos llevar, puede parecernos pura adrenalina, como si en cualquier momento tuviéramos otra oportunidad, como si en cualquier momento pudiéramos nacer de nuevo."

viernes, 12 de noviembre de 2010

"Juzgamos las acciones humanas no por lo que son, sino por el disgusto o el placer que nos causan."


Anatole France dijo: "juzgamos las acciones humanas no por lo que son, sino por el disgusto o el placer que nos causan". 
 
Y a eso es a lo que voy: muchas veces, las personas damos demasiada importancia a cosas que en realidad no la tienen, pero el mero hecho de que esas cosas las haga o las diga alguien, ya hacen que cojan más importancia de la que otra persona (en nuestra misma situación) le daría. Esto me hace pensar que deberíamos tener cuidado con nuestra forma de actuar, de decir las cosas, ser más prudentes, ya que a veces lo hacemos de forma precipitada aunque no nos damos cuenta de ello hasta que la cagamos, nos confundimos y al mismo tiempo confundimos y lastimamos a los demás; y luego, como la mayoría de las veces, ya es demasiado tarde para remediarlo; porque habrá momentos en que estaremos haciendo o diciendo algo, puede que de forma inconsciente, que causará la mayor felicidad en otras personas, aunque esa no sea nuestra intención, haciéndoles pensar o sentir cosas que en realidad no existen, para luego desmontarles en pedazos toda esa felicidad, la cual, acabará convirtiéndose en disgusto.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Aceptarlo y seguir adelante

Hace meses leí algo que decía que Fröbel pensaba que la anticipación era la forma más pura de placer y la más fiable, y mientras que las cosas que nos ocurren realmente terminan decepcionándonos, lo que jamás nos ha pasado nunca se empaña ni desaparece, se graba en nuestro corazón con una especie de dulce tristeza.
Al principio pensé que era una buena manera de ver las cosas, pero cada vez que vuelvo a pensar en ello, más me doy cuenta de que pensar así es casi como una actitud cobarde, como si no quisiéramos afrontar las cosas que nos pasan y nada nos satisfaciera, llegando al punto de tener que inventarnos las cosas para sentir placer y poder apartar todo aquello que nos duele o nos decepciona. A raiz de todo esto, pensé que muchas personas (y en esto también me incluyo) tendimos a esperar demasiadas cosas de los demás, y eso al fin y al cabo, creo que resulta ser un error, porque lo único que conseguimos es hacernos daño y sentirnos decepcionados, ya no sólo con los demás, sinó también con nosotros mismos por esperar cosas que de algún modo sabemos que  no son posibles, pero que aún así, nuestra mente se empeña en hacernos creer que sí lo son a modo de espejismos.

Por eso, creo que deberíamos ser valientes y afrontar aquéllo que llega, y no ser tan egoístas enfadándonos y esperando cosas que no pueden ser; deberíamos ser capaces de saber valorar aquellas cosas que pasan y aquellas que no pasan por igual, sacando de cada una lo mejor, y si algo no sale como teníamos pensado o alguien no actúa como pensábamos que lo haría, pues aceptarlo y pasar página, ya que la vida es demasiado corta para estar siempre enfadado y nadando a contracorriente.



viernes, 5 de noviembre de 2010

"Cuanto más cambian las cosas, más siguen igual."

 
A veces nos damos cuenta de que cuanto más pasa el tiempo, menos conocemos a las personas; a lo que me refiero es que a veces hablamos con algunas personas, y aunque puedas estar horas, días o meses hablando con ellas, llega un momento en que te das cuenta de que no sabes nada en cuanto a su vida, sentimientos, o aquello que realmente les gusta o disguta. Hablo de esas personas que ya sea por timidez o porque son reservadas, no hablan nunca sobre ellas a menos que tú les preguntes, y aún así hay veces en que ni preguntando sueltan ni una palabra de más. Por eso tengo la sensación de que "cuanto más cambian las cosas, más siguen igual", es decir, pueden ocurrir muchas cosas en un determinado tiempo que de algún modo cambien un poco la dinámica de tu vida, pero aún así todo sigue igual que antes.

No sé si habré dado a entender lo que quiero explicar, ya que escribir esto me ha costado bastante y creo que no acabo de lograr el poder expresarlo con total claridad. En fin, mañana será otro día