viernes, 31 de diciembre de 2010

Fin de año


Cuando se acerca el fin de año, la gente suele hacer balance de todas aquellas cosas buenas o no tan buenas que le han ido sucediendo durante estos 365 días. Pues bien, yo este año paso de hacerlo, porque empezaría hablando del principio del 2010 de cosas geniales, pero al llegar al ecuador comenzaríamos a descender, sin saber si ya estoy remontando o qué. Y creo sinceramente que no es el mejor momento para ponerse a ver las cosas negativas ni las positivas que te han pasado, al menos no esta vez, porque ya nada se puede hacer cuando las cosas han sucedido, la hayas cagado hasta el fondo o hayas salido victorioso de la batalla. Todo esto viene porque hace unos días me preguntaron qué había sido lo mejor de este año para mi, y no supe qué contestar. Es cierto, ha habido momentos y días increibles, otros en los que nadábamos en un mar de dudas y algún que otro sumergida en el océano más profundo (como todo el mundo supongo), pero no he tenido ningún día que haya sobresalido a los demás. Y no sé porqué tengo la sensación de que este 2011 que llega tampoco será grandioso, aunque estoy abierta a cualquier cosa o aventura que pueda surgir, eso siempre; pero no sé, es como cuando sentí que el 2007 iba a ser un año espectacular y lo fue o puede que fuera yo, que de forma inconsciente me encargué de que lo fuera, quien sabe.

Bueno, a todos los que seguís este blog de forma activa dejándome comentarios, a los que lo hacen anónimamente y a los que no, os deseo que paséis un buen fin de año y que siempre seáis felices.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Sin remedio


De verdad que no entiendo a la gente; hay personas que cada día me asombran más y ver lo egoístas que son me saca de quicio. Que bueno, llegados a este punto, creo que ya ni quiero hacer el esfuerzo por entenderles, esta vez no, porque la cara de imbécil que se me está quedado últimamente, no tiene precio; por eso he aprendido a callar, respirar hondo y decir que todo va bien. En el fondo es más fácil y te evitas tener que ir contando a todo aquel que te pregunte, lo que en realidad te ocurre o te molesta. Dicen que de todo se aprende, pero se ve que a mi me cuesta más o no lo sé, porque me prometo a mi misma una y otra vez que no tropezaré con la misma piedra y mantendré los ojos más abiertos, pero no, tropiezo y vuelvo a tropezar; si es que....no tengo remedio¬¬'

viernes, 24 de diciembre de 2010

Paremos el tiempo

 
Y llegó la Navidad. Otro año más y nos encontramos envueltos entre luces de colores, regalos, árboles y todas esas cosas.
Tener cerca a las personas que más echo de menos durante el resto del año, es para mi el mejor de los regalos. Mi hermano vuelve a estar en casa, mi mejor amiga volvió de Roma, y los ocho miembros de mi família volvimos a juntarnos alrededor de la mesa; y lo que más me gusta es que durante estas vacaciones lo haremos algunas veces más. Desde el miércoles que todo ha cobrado vida, y no me importa tener que pasarme las vacaiones estudiando o que haga mucho frío o esté diluviando, porque todos están aquí. Puede que dependa demasiado de los demás, o puede que lo que me ocurra sea que me importan demasiado como para tenerlos lejos tanto tiempo. Ahora mismo me gustaría parar el tiempo para poder saborear con más tranquilidad todos estos días que van pasando; pero todos sabemos que por el momento esto todavía no es posible, así que disfrutemos de lo que tenemos cuando lo tenemos, no?

Feliz Navidad a todos y que paséis unas buenas vacaciones; yo, sin duda lo haré :D

martes, 21 de diciembre de 2010

I like it

El olor a humedad, las luces de navidad, los abrazos de oso, los besos de mariposa, la leche fría con nesquik, los bombones de mazapán, ver películas y quedarme dormida, sentir como el Sol me quema la espalda, y la tuya, mirarte a los ojos y descubrirte por dentro; Peter Pan, los polvos de hada, el ruido de las olas rompiendo en la orilla, el olor a sal y ver el fondo del mar; días azules, el agua fría en mis manos pero no en mis pies, hacerte reir y reirme contigo; los besos en la nuca y en la espalda; gritar hasta quedarme sin voz, sin aliento, hacer volteretas en el agua, escuchar los latido de tu corazón, salir a fuera cuando llueve y todo el mundo se esconde; Nunca Jamás, Nueva York, comer sushi, desafiar las alturas poniéndome al borde del precipicio y sentir como las piernas se paralizan; dejar volar mi imaginación hacia lugares insospechados hasta perderme; comer chocolate, sentir tu aliento en mi espalda y tus manos en mi cara; ranas que no se convierten en príncipes pero que están a tu lado, hacernos cosquillas, guerras de almohadas y comer hamburguesas de madrugada; jugar al escondite, pisar las hojas secas y flotar en el agua.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Nudos en el estómago

 
Hoy más que nunca me daría cabezazos contra la pared para ver si toda esta tontería que llevo encima se me quita de una vez. Resulta que después de un mes de no salir por la noche los fines de semana, ayer lo hice; salí con mis amigas y la noche prometía mucho. Tenía que ser una noche inolvidable, y ya te digo si lo fue, pero no como pensáis. Durante toda la cena todo fue bien, risas y más risas. Pero a medida que iban pasando las horas, poco a poco fui notando un nudo en el estómago, de esos que por más que quieras no puedes deshacer. El resto de la noche me lo pasé más pendiente de otras cosas que pensaba había solucionado y archivado; y esto me cabrea de tal manera que a veces no soy capaz de aguantarme ni a mi misma. Tampoco es que la velada se convirtiese en un desastre total, pero sí puedo decir que me lo he pasado mejor en otras ocasiones. Y estoy cansada de esta bipolaridad que ha decidido aferrarse a mi y que yo intento hacer desaparecer a toda costa; y estoy harta de esta montaña rusa a la que decidí montarme sin ser consciente de ello, todo el rato arriba y luego abajo, y otras veces hasta del revés; llega a marear y hace que te desorientes con cualquier tontería que se ponga por delante. Y no sé por qué estoy contando todo esto, si yo lo único que quiero es que todo vuelva a la normalidad y sea coherente, que salga el Sol de una vez y las temperaturas se dignen a subir un poco, porque a este paso un elefante podría pisar mis pies y ni siquiera lo notaría.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Cosas que me recuerdan a...


Nuestro cerebro siempre está en continuo funcionamiento, no para ni un segundo para tomarse un respiro o un kit-kat. Algunas personas olvidan con más facilidad, a otras nos cuesta más. A éste último tipo de personas, nos suele pasar que siempre casi todo lo que nos rodea, hace florecer algún recuerdo que tenemos guardado en nuestra memoria. Cuando huelo a tierra mojada o a humedad, me acuerdo del hotel que teníamos en casa, y de las veces que abría las cámaras frigoríficas para sentir ese olor y lo mucho que me gustaba hacerlo; lo que venía a continuación solía ser mi padre gritando que cerrara de una vez la puerta porque estaba dejando que saliera todo el frío; por otro lado, la colonia XS Black, hace que piense en mi hermano, y cuando le echo de menos abro el armario del cuarto de baño, primer estante a la derecha, y cojo el frasco de colonia, o escucho la canción de City of blinding lights de U2, que me sigue poniendo los pelos de punta cada vez que me acuerdo de ese 3 de julio en medio del Camp Nou, momento en que mi hermano me subió a sus hombros para que pudiera ver a Bono cantándola; cada vez que escucho la canción Sense tu de Teràpia de Shock, la primera persona que aparece en mi mente es mi prima, a las dos nos encanta y ya he perdido la cuenta de las veces que la hemos escuchado juntas, y de si la razón por la que me pasó el video de esta canción era la letra en sí o las imágenes que salían en él; o de las tardes de verano en que nos poníamos a saltar encima de la cama de sus padres y cantábamos mientras nos mirábamos en un espejo que había en la habitación; siguiendo con más canciones, al escuchar la de Video kill the radio star, no puedo pensar más que en mi mejor amiga; casi todas las parejas tienen una canción, pues nosotras también y cada vez que la ponen o la escuchamos no podemos evitar ponernos a cantar como si la vida nos fuera en ello y de nosotras dependiera que el Sol saliese al día siguiente; cuando veo u oigo algo relacionado con la película El curioso caso de Benjamin Button, no puedo evitar acordarme de un amigo al que aprecio muchísimo y que me recomendó que me llevara la GameBoy el día que le dije que iba a ver dicha peli, ya que según él era demasiado larga y el cubo más grande de palomitas no daba para más de dos horas y media; él sabe que es especial para mi y que también me acuerdo de él con los sugus de piña, esos con el envoltorio azul y que son mis preferidos; cuando voy caminando por la calle y veo a algún chico al que encuentro atractivo, me acuerdo de otra amiga con la que comparto los mismo gustos en cuando a chicos se refiere; es alguien con quien he compartido infinidad de cosas en los tres años que ha durado mi carrera y si hace 4 años me hubieran dicho que llegaríamos a ser inseparables y tan iguales en casi todo, hubiera pensado que se trataba de una broma, ya que por aquellos tiempos éramos todo lo contrario; sí, éramos enemigas de pies a cabeza; luego, también me acuerdo de mi cuñada cuando pongo el dvd de La familia crece; creo sinceramente que es la única persona que conozco a la que le guste esta serie manga y me encanta poder compartir esto con ella, junto con el color azul; cuando por la tele o por la radio oigo que la gente dice cosas sin sentido, pienso en mi abuela, especialista en inventar cosas y palabras que ni siquiera ella conoce; y cuando veo purpurina con un toque de aroma a coco, me acuerdo de otra persona a la que creo que ya puedo llamar amigo. Cada vez que paso por delante de una librería pienso en mi padre, al que le debo mi pasión por los libros y la música clásica; me presentó a Neruda, Alberti, Lorca, Blas de Otero, etc. cuando sólo tenía siete años... y a mi querido Shakespeare, que me enamora con cada verso que escribió; y mi madre...qué decir de ella... pues que es la mejor del mundo. Tampoco puedo evitar acordarme, cada vez que veo una heladería o un banana split, del primer día que cometí hidratocarboicidio con mi prima y mi mejor amiga; o de la vez que nos pasamos toda la noche despiertas y riendo por algo que otra de mis mejores amigas había dicho sobre un vaso de coca cola, y como comprenderéis, cada vez que pido una me acuerdo de ella.
En fin, podría estar todo el día recordando cosas que me traen personas o momentos a la mente, pero creo que no terminaría nunca y esto se convertiría en un tostón y perdería toda su gracia. Como sabéis, ya que en más de una ocasión lo he dicho, son estas pequeñas cosas las que me alegran y son importantes para mi, porque cada una de esas personas son las que de algún modo me ayudaron a ser quien soy, aunque en ciertas ocasiones o períodos de mi vida me sienta perdida y con un vértigo que crece por momentos aun teniendo las pies en el suelo. Gracias a todos esos sujetos y todos los que seguramente me he dejado sin nombrar, tengo un baúl lleno de instantes que tuvieron luz propia y que a día de hoy, todavía brillan.

sábado, 11 de diciembre de 2010

De mapas y brújulas

En algún momento de nuestras vidas, dejamos de hacer algo sin saber porqué, pero ya no volvemos a hacerlo. Y luego un día te levantas y recuerdas que hace tiempo dejaste de hacer aquéllo, e intentas volver a hacerlo, intentas recuperarlo, pero ya no es lo mismo y en tu interior notas un cambio.

Ayer por primera vez en seis meses, me metí en la cama a las once de la noche, me puse una peli y a la media hora me quedé dormida. Hacía medio año que no lo hacía, y me resulta raro pensarlo, porque todo el año pasado esto llegó a convertirse en mi rutina de los viernes. Y me gustaba. Pero un viernes supongo que dejé de hacerlo y poco a poco fui olvidándolo.
Las cosas cambian, se transforman, desaparecen o reaparecen, eso es evidente; y hoy me doy cuenta de que en seis meses todo ha dado un giro de 360º hasta quedar desfigurado y casi sin poder reconocerlo. O puede que lo que me ocurra sea que no me reconozco ni a mi misma. Yo no solía ser así; todo siempre estaba en orden y organizado; y ahora cuando miro en mi interior veo una maraña de unas dimensiones considerables, la cual, por suerte o por fortuna, todavía está lejos de caer en el pesimismo y la tristeza. Me siento perdida, (aunque mi sentido de la orientación sea bastante bueno) es cierto, pero no desisto. Esto me ha hecho recordar que alguien me dijo una vez, no hace mucho meses, que tuviera cuidado porque tener demasiado tiempo para uno mismo no solía ser muy bueno porque éste venía con regalo incluido: las comeduras de coco; por lo que no se equivocó mucho. Pero lo que me cabrea no es el hecho de comerme la cabeza o no comérmela, sino que a la gente sólo se le ocurra decirte frases como: "que suerte tienes de poder tener tanto tiempo para ti" o "pues que bien vives". Juro que el próximo que me lo diga, se la carga.

En fin, perdiré a los Reyes Magos que me traigan un mapa para encontrarme y una brújula para orientarme, ya que este año me he portado bien y creo que me lo merezco.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Hablamos sin parar pero no actuamos


¿Por qué nos resulta tan sencillo dar consejos a los demás y luego nos cuesta tanto aplicárnoslos a nosotros mismos?

Muchas veces nos encontramos con personas a las que intentamos ayudar dándoles nuestra opinión, diciéndoles qué es lo mejor que pueden hacer. Y en más de una ocasión me he dado cuenta de que los consejos que he dado a algunas personas, son consejos que de algún modo o en según que circunstancias no he sabido seguir. Se nos da genial hablar y opinar sobre algo que no nos está pasando en primera persona, pero después somos tan tontos de no saber qué hacer en esas mismas situaciones. Irónico, ¿no creéis?

En fin, cada día más me doy cuenta de que somos las personas las que complicamos las cosas y no el mundo, el cual sólo gira y gira y gira. ¿Será que nos aburrimos tanto que entrelazamos las cosas y les damos la vuelta hasta que pierden su forma natural? ¿o es que no sabemos actuar de otro modo?

Buen fin de semana!

P.S.: Si este finde váis al cine y no sabéis que película elegir, os recomiendo Bon Appetit; es una pelicula muy sencilla, pero que a mi me gustó mucho.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Reencuentros y cambios de rumbo

Vista desde la cúpula del Vaticano
Hace tres días volví de Roma. Realmente fue una ciudad que me dejó alucinada porque cada una de sus calles tiene algo especial y mágico. Pero creo que puedo decir que esta vez, lo mejor del viaje fue la compañía. Al llegar al aeropuerto de Fiumincino, mi mejor amiga me estaba esperando. Entonces empecé a sentir miles de cosas en mi interior: satisfacción, euforia, miedo, alegría; en resumen, fue todo un coctail de sensaciones y sentimientos. Y digo miedo porque me di cuenta del lugar que ocupa en mi vida y de lo importante que es para mi. Antes de partir para allá, ella me prometió que durante los cinco días que estaría allí, haría que me olvidara de todo lo que me ha sucedido hasta el momento; y así fue. Por primera vez en mi vida fui capaz de desacerme de lo que me enredaba y casi me ahogaba.
Tíber
Creo que una maleta no me bastaría para llenarla de recuerdos, porque tengo infinidad de buenos momentos, carcajadas de esas que hacen que se te caigan las lágrimas y te empiece a doler el abdomen, miradas que lo dicen todo y silencios que encogen el corazón. Aunque si tuviera que elegir un recuerdo de este viaje, sin dudar elegiría lo que me dijo una noche en Trastevere: "nunca nos volveremos a separar".

Trastevere
En fin, podría estar horas y horas hablando sobre lo que he vivido estos cinco días, pero creo que esta vez me guardaré el resto para mi, no sea que al escribir sobre ello se deteriore y pierda toda la magia. Y por último, diré que antes de subir al avión con destino a Roma, me prometí a mi misma que al volver, todo cogería un rumbo distinto, y que lo que hará dos meses me lleva reconcomiendo por dentro, quedaría guardado en algún lugar donde no hiera tanto como lo ha hecho últimamente; en resumen, me arriesgué y en gran parte el tiro me salió por la culata. Ahora supongo que con el tiempo veré si con los pasos que di, perdí algo por el camino o más bien lo gané todo.

Buen fin de semana!

P.S.: Las fotos las hice yo misma^^