En un mes han cambiado muchas cosas, y esta vez para bien. Parece que poco a poco las cosas han ido estabilizándose y la montaña rusa en la que me vi sentada meses atrás, empezó a pararse. Supongo que saqué valor de donde creí que no había, pero creo que lo que hizo levantarme de nuevo fue saber que alguien me apoyaba y me entendía a la perfección. Hablo de alguien que se ha convertido en una persona muy importante para mi, y a la vez en mi mejor amigo, y que jamás imaginé que tuviéramos tantas cosas en común, que fuésemos tan iguales. Me hizo ver que las cosas se arreglan, tarde o temprano, pero acaban por solucionarse y que solo es cuestión de tiempo; me mostró que la felicidad de cada uno no depende o no debe depender de nadie más que no seas tú y solo tú y se preocupó de sacarme más de una sonrisa cuando yo creí que me habría olvidado de hacerlo. Por todo ello, mil gracias C.