jueves, 10 de noviembre de 2011

Y llegó un final


Durante siete meses he estado guardando a un niño de un año y medio, y lo he estado cuidando tres días a la semana durante tres horas. Al principio me costó un poco porque el no me conocía y tuvimos que adaptarnos el uno al otro; pero al final lo conseguimos y la verdad es que nos hemos llevado muy bien. Durante el verano lo guardé por las tardes, y he de decir que me fastidiaba un poco porque mis amigos trabajaban por las mañanas y por las tardes libraban, por lo que no nos vimos tanto como me hubiera gustado; pero el trabajo es el trabajo y hay que saber valorarlo, y sobretodo ahora que escasea. La cuestión es que hoy he terminado y me da un poco de pena. La madre del niño trabaja en una tienda y cierra durante el invierno, por lo que tendrá más tiempo para estar con él. El caso es que en algunas ocasiones deseé que llegara el final, porque el pequeñajo estuvo un poco insoportable algún que otro día y cogió la manía de morderme cuando no hacía lo que él quería; pero llegamos a entendernos y a llevarnos muy bien, por lo que hoy al despedirme de él me ha dado pena pensar que no volveré a verle por las mañanas, jugar con él o darle de comer. En estos siete meses he aprendido que no es tarea fácil cuidar a un niño pequeño y menos si al principio éste no te tiene confianza, pero aún así me ha encantado ver como ha ido cambiando día a día, ver los progresos que ha ido haciendo; tuve el privilegio de ver como empezaba a andar y decía sus primeras palabras, (hasta le he enseñado algunas) y ver como era capaz de entender todo aquello que le decía. Le he llegado a querer muchísimo y no os imagináis lo que me ha hecho reír durante todo este tiempo y la felicidad que me daba con tan solo verle aprender cosas tan simples como que se quedase en una esquina cuando veía que se acercaba un coche; pero lo mejor de todo fue cuando me cogió confianza y empezó a abrazarme y darme besos sin que nadie se lo dijera.

Y ahora vuelvo a estar sin trabajo y con demasiado tiempo libre... no confío en que me llamen este año para trabajar de maestra, ya que las cosas pintan cada vez peor; he de decir que estoy haciendo un postgrado sobre Lenguaje oral y escrito en educación infantil, pero es sólo cada quince días los viernes y los sábados, y también doy repaso dos días a la semana, pero aún así me sigue sobrando tiempo. En fin, esperemos que las cosas se arreglen y algun día me llamen, porque no os imagináis las ganas que tengo de trabajar como maestra que soy, ya que tengo la sensación que todo lo que aprendí en la carrera lo estoy olvidando poco a poco.

lunes, 22 de agosto de 2011

Hay veces que es mejor dejar el miedo a un lado


Dicen que es bueno tener miedo, porque significa que tienes cosas que perder; yo hay veces que lo tengo, miedo a que se acabe lo que tengo en estos momentos y quedarme solo con los recuedos que se han ido formando durante estos últimos cinco meses. Por eso hace una semana me armé de valor y se lo dije, le dije que le quería. Minutos antes de soltarlo dudé un poco en si hacerlo o no, porque pensé que él podía no decirme lo mismo, que se quedase callado y la situación empezara a ser incómoda. Pero luego me di cuenta de que no quería que, si por alguna razón la cosa terminara algún día, él no supiera que le quiero, y el hecho de que él no me dijera que también me quería pasó a tener menos importancia. La cosa dio buenos resultados y él me contestó lo mismo.
Ahora me doy cuenta en lo importante que se puede convertir una persona, del afecto y el cariño que se le coje y de las veces que llegas a pensar en esa persona a lo largo del día.

lunes, 1 de agosto de 2011

Las pequeñas cosas son las que importan

Después de tres meses y medio de no pasarme por aquí, he decidido volver a hacerlo. Sé que lo he tenido muy abandonado y admito que también dejé de pasarme por los demás blogs, pero a partir de ahora intentaré volver a ponerme al día con esto.

Las cosas han ido mejorando, aunque sigo sin trabajar de maestra; pero bueno, al menos a finales de mayo se abrieron las listas de interinos y pude apuntarme, de manera que eso ya me da más puntos para que algún día me llamen para ofrecerme una substitución o una plaza vacante en algún colegio. Así que no perdamos la esperanza, porque como dice mi madre siempre: "algún día llegará mi momento y empezaré a trabajar de lo que me gusta." Mientras tanto voy dando repasos y hace unos meses que guardo a un niño pequeño de un año y medio algunas tardes; el pequeñajo es muy majo pero cuando no haces lo que él quiere, saca su instinto animal y te muerde; pero lo tengo controlado, jejeje. Por lo demás todo funciona muy bien y no puedo quejarme, y más me doy cuenta de que el hecho de que las cosas se torcieran un poco hará unos nueve o diez meses y yo empezara a verlo todo negro, ha hecho que ahora empezase a valorar de verdad las pequeñas cosas buenas que me pasan, que como siempre he pensado, son las que de verdad nos deberían importar más y las que dan sentido a todo lo demás.

Espero que estéis pasando un buen verano!

sábado, 23 de abril de 2011

La montaña rusa empezó a pararse


En un mes han cambiado muchas cosas, y esta vez para bien. Parece que poco a poco las cosas han ido estabilizándose y la montaña rusa en la que me vi sentada meses atrás, empezó a pararse. Supongo que saqué valor de donde creí que no había, pero creo que lo que hizo levantarme de nuevo fue saber que alguien me apoyaba y me entendía a la perfección. Hablo de alguien que se ha convertido en una persona muy importante para mi, y a la vez en mi mejor amigo, y que jamás imaginé que tuviéramos tantas cosas en común, que fuésemos tan iguales. Me hizo ver que las cosas se arreglan, tarde o temprano, pero acaban por solucionarse y que solo es cuestión de tiempo; me mostró que la felicidad de cada uno no depende o no debe depender de nadie más que no seas tú y solo tú y se preocupó de sacarme más de una sonrisa cuando yo creí que me habría olvidado de hacerlo. Por todo ello, mil gracias C.

lunes, 21 de marzo de 2011

Quiero cerrar los ojos y respirar hondo


Creo que a la mayoría de las personas nos pasa que al escuchar una canción miles de recuerdos aparecen ante nosotros, algunos son bonitos, alegres, y otros son grises, tristes; cada canción que nos gusta tiene el poder de sacarnos una sonrisa en el momento más inesperado, y otras veces esta misma canción nos saca todas y cada una de nuestras lágrimas. Es por eso que un día busqué una canción que me ayudara a sentirme bien cuando no lo estaba, como una canción neutral que puedo escucharla mil veces estuviera triste o contenta, enrabiada o tranquila, estuviera arriba del todo o sumergida en el océano más profundo. Más tarde me di cuenta de que el grupo y todas sus canciones para mi son como un comodín, puedo escucharlas todas y enseguida me siento mejor.
La canción de la que hablo es City of blinding lights de U2; la primera vez que la escuché me quedé alucinada, y años después mi hermano me subió a sus hombros un 3 de julio de 2009 en el Camp Nou para que pudiera ver a Bono cantándola, y los pelos se me pusieron de punta y cada vez que la escucho recuerdo ese día y los pelos se me erizan al instante; después, cierro los ojos, cojo aire y soplo intentando sacar todo aquello que se ha ido pegando a mi sin yo quererlo.

lunes, 14 de marzo de 2011

"El horizonte me enredó de nuevo."

 
Después de estar un mes sin pasarme por aquí ni por ninguno de los blogs que sigo, he vuelto. El motivo por el que dejé de lado el blog fue que me pasó de todo y a la vez nada y perdí el interés por casi todo y sobretodo las ganas de seguir escribiendo. Pero lo que quiero contar hoy es otra cosa.

¿No os ha pasado nunca que cuando pasáis un día, una tarde o una noche en la que os habéis sentido bien, luego al llegar a casa intentáis revivir esos momentos en vuestra cabeza? Porque a mi sí. El caso es que la otra noche salí con unos amigos y me divertí muchísimo; tengo que admitir que cada vez que hemos salido me lo he pasado en grande, pero ayer me di cuenta de una cosa a la que no había prestado atención; y es que vi que cada vez que salimos de ese local es como volver a la realidad, como si durante el tiempo que estoy allí dentro todo fuera posible y tuviera sentido, como si el tiempo se detuviese; pero una vez pisas de nuevo la calle, te das cuenta de que no es tan bonito como parecía y cada uno se va por su lado y vuelve a su vida. La cuestión es que esta última vez la "magia" no se esfumó en el instante que salí fuera del local, sino que duró unas cuantas horas más. Y sinceramente, ese podría ser una de esos instantes que querría revivir y recordarlo una y otra vez, pero esta vez tengo miedo a que mi mente me juegue una mala pasada y se invente cosas que no sudecieron, diálogos que nunca existieron y los mezcle con lo que sí paso, llegando a tal punto que ni yo sepa distinguir lo real de lo que no lo es, y al mismo tiempo no quiero olvidar nada de lo que sucedió. Francamente, también sé que si me sumerjo en esto, terminaré por pillarme los dedos, que ya viene siendo costumbre en mi desde hace tiempo, y creo que esta vez no bastará con poner la mano bajo el agua para calmar el dolor y que éste no siga latiendo con la fuerza que suele hacerlo.


(El título del post lo saqué hará unos meses de un blog que me encanta: mellowdoubtmiradas.blogspot.com)

viernes, 11 de febrero de 2011

Recuerdos intactos

 
En alguna que otra ocasión he mencionado la rapidez con la que olvidamos las cosas que nos pasan a lo largo de nuestra vida, pero el otro día mirando fotos de hace ya unos cuantos años, me di cuenta de que hay algo sobre lo que no he olvidado nada. Se trata del hotel que teníamos en casa hará unos tres años más o menos. En eĺ viví toda mi infancia y adolescencia, junto con mi hermano y mis primos. Pero por circumstancias que ahora no vienen al caso, mi família tuvo la oportunidad de venderlo y lo hizo. Recuerdo que cuando mis padres me dijeron que el próximo verano el hotel no abriría, me quedé sin saber que decir, y tuve la sensación que dieciocho años de mi vida se esfumaban de inmediato. Meses después vi como lo tiraban a bajo y sólo quedaba un solar vacío y fue cuando mi madre me dijo que aunque a todos nos doliera, gracias a la venta yo, mi hermano y mis primos podíamos seguir estudiando e ir a la universidad.

Pensé que tarde o temprano acabaría por olvidarme de todo aquello que lo formaba, pero tres años después soy capaz de visualizar mentalmente cada rincón, del olor de las cámaras frigoríficas, del ruido que hacía la cafetera del bar, del timbre que avisaba que la cena de algún cliente ya estaba lista, del olor a toallas limpias... y al tener piscina, tuvimos el privilegio de poder nadar cada día durante todos los veranos; mi madre se encargó de enseñarnos a nadar a mi y a mi hermano, y unos años después, tuve el privilegio de ver como mi primo pequeño también aprendía. Al estar rodeada durante unos seis meses por alemanes, aprendí mis primeras palabras en alemán a los 5 años. También tuve la suerte de poder celebrar mis fiestas de cumpleaños e invitar a mis amigas a dormir allí ya que durante los meses de invierno el hotel permanecía cerrado y teníamos todo el espacio del bar para correr y hacer lo que quisiésemos; y luego las noches de verano jugábamos al escondite en el jardín. En fin, fueron los dieciocho mejores años de mi vida y gracias a que durante todo el año mis padres, mi hermano, mis tios y mis primos comíamos allí todos juntos, es como si ahora en vez de tener sólo un hermano tuviera tres, y en vez de un padre y una madre, tuviera dos y dos. Y eso....es genial.

domingo, 30 de enero de 2011

Olas que se crean y al momento se destruyen

 
Hace dos días salieron las listas de las plazas para las oposiciones de este año, y resulta que para mi especialidad, no nos han dado ni una. Esto significa que hasta el año que viene puedo dejar de lado los apuntes. Cuando me enteré de esto todo empezó a perder el poco sentido que tenía, como si no fuera suficiente con lo que he ido acumulando durante estos últimos meses. Pensé que ya nada malo podría pasar, pero me equivoqué y lo único que me quedaba y con lo que había decidido volcarme al 100% para que estos meses se me pasasen más deprisa, la jodida crisis va y se lo carga. Sinceramente yo ya no sé hacia qué lado mirar, porque sólo tengo ganas de gritar al mundo que estoy muy harta de que todos los planes o expectativas que tengo se rompan o decidan esfumarse sin previo aviso. Y aunque esté rodeada de mil personas o más, sigo sintiendo que no tengo nadie a mi alrededor, porque todos mis amigo en estos momentos están estudiando para sus exámenes del primer cuadrimestre y no tienen tiempo para nada, y lo entiendo pero eso no hace que deje de setirme sola; tengo la sensación de estar en una tormenta en medio del océano, subiendo y bajando a cada ola que se forma y se destruye al chocar con otra, y tener tanto tiempo para pensar me está matando a cada momento que pasa.
Unas tres veces por semana voy a nadar, lo cual me ayuda a relajarme y a apaciguar la rabia que a veces tengo hacia las cosas que me suceden y hasta hacia personas que me desconciertan con cada cosa que hacen o no hacen; pero veo que a partir de ahora tendré que empezar a buscar otras ocupaciones o algo porque sino voy a acabar por volverme loca, y está claro que no puedo pasarme el día entero en la piscina  porque terminaría por convertirme en una pasa.

miércoles, 26 de enero de 2011

Nuevo miembro de la família

Mel
Hace tiempo que quiero presentaros a alguien, pero por una cosa o por otra, siempre acabo escribiendo sobre otras cosas. Se trata de Mel, la gata que tenemos en casa y se llama así porque tiene los ojos del color de la miel. A finales de agosto, Orió (el gato que por entonces teníamos en casa) se puso enfermo y lo tuvimos que sacrificar. Pero unas dos semanas después de esto, me di cuenta de que en el bosque que hay detrás de mi casa, había tres gatitos pequeños, que no debían tener más de un mes y algo. Dos de ellos desaparecieron, y la más preciosa se quedó sola. Así que un día me pase toda la mañana sentada en la acera esperando a que ella se acercara, para así poder cogerla y subirla a casa. Recuerdo que mi madre, cuando Orió murió me dijo que por el momento no quería tener más gatos, pero cuando me vio subir con la gata en brazos no pudo decirme que la devolviera a la calle; así que la adoptamos. Se pasó dos días detrás de la lavadora porque tenía miedo de nosotros, pero poco a poco dejó que la cogiéramos, que la acariciaramos, y ahora es ella la que se acerca y se pone entre tus piernas para que la mimes. Hay momentos en que es un terremoto y hace que me enfade porque pone pelo por toda mi ropa limpia o se mete en mi armario para no tener frío, pero luego pienso en lo mucho que me gusta que se suba a mi cama todas las mañanas y me dé los buenos días, ver como viene a toda prisa del salón cuando oye que enciendo la impresora y se quede mirando como sale el papel, que cuando me lavo los dientes se aguante con las patas de delante en el lavabo y se ponga a mirar como sale el agua del grifo o que cuando estoy trabajando con el ordenador se suba a la mesa y se duerma entre la pantalla y el teclado y empiece a ronronear.
Orió

Dicen que los gatos no son como los perros, que no te entienden cuando les hablas, que no te hacen compañía, pero os aseguro que ella es diferente, porque cuando la llamas por su nombre acude a ti, cuando le tiras alguno de sus juguetes te lo trae de vuelta para que se lo vuelvas a tirar y no os imagináis la compañía que nos hace aquí en casa. Es una pena que Orió ya no esté, porque hasta la fecha es el gato más listo y especial que he conocido nunca y cuando le hablabas te miraba como si te entendiera. Y todavía me asombra ver lo mucho que se puede llegar a querer a estos animales.

sábado, 22 de enero de 2011

Fantasía o realidad


Hará un mes estábamos todos sentados en la mesa celebrando la navidad y por dentro sentí algo que nunca antes había sentido; me dio por mirarles a todos, uno a uno, y tuve la sensación de estar como en un juego que en cualquier momento podría terminarse y volver al punto de partida, y por un instante me plantee si esa era la auténtica realidad, como si se tratara de un videojuego en el que cuando te matan salen las palabras Game Over, vuelves al principio y todo aquello que habías perdido por el camino lo recuperas. Lo primero que se me vino a la cabeza fueron mis abuelos paternos que ya no están hará unos 16 años y toda mi infancia y adolescencia se me pasaron por delante a cámara rápida; no sé, fue algo extraño; porque a veces me da por pensar que a lo mejor solamente estamos dentro de un juego o un sueño del que algún día despertaremos, pero luego cambio de opinión y pienso que sea esta la realidad o no, quiero vivirla y aprovecharla, no sea cosa que me pierda las cosas que me pasan por delante y por detrás a toda prisa y yo no sepa detenerlas y hacerlas mías por estar pensando en cosas que no vienen a cuento.

Y otra cosa que quería contaros es que ayer, al fin, algo que ya daba por perdido sucedió. El caso es que en verano un amigo al que quiero muchísimo me dijo que le había decepcionado, y que me dijera eso os puedo prometer que me dolió mucho más que si me hubiera dicho que estaba enfadado conmigo. Tenía todo el derecho de sentirse así conmigo porque por cosas que ahora no tengo tiempo de explicar, no me porte correctamente con él. La cuestión es que por más que hice y dije nuestra amistad quedó en punto muerto y totalmente estancada. Pero ayer por la noche volvimos a hablar y me di cuenta de que de alguna manera me había perdonado y quería que nuestra amistad siguiera siendo como la de antes.

lunes, 17 de enero de 2011

Nadar en un mar de dudas


Ayer fui a una fiesta tradicional de donde soy yo, y fue una pasada, porque el pueblo donde fui celebra Sant Antoni de una manera espectacular y a lo grande. Allí viven esta fiesta de una manera impresionante y antes de que llegue dia 16 de enero, ya están haciendo el recuento de cuántos días faltan para que llegue dicho día.

La cosa fue bien durante todo el día, o eso creí, hasta que vi a alguien, a quien no tuve más remedio que saludar. Hacía dos meses que no veía a dicha persona, y fue como si me tiraran un cubo de agua fría por encima. Pero una tiene experiencia en situaciones de este tipo, y pude fingir que todo iba bien, cuando en realidad notaba que me faltaba la respiración y que una parte de mi sólo tenía ganas de salir huyendo de allí como fuese o de ponerse a gritar delante de esa persona todo lo que llevo acallando hace algunos meses. Creí tener controlada esa parte de mi, pero ayer me volví a dar de bruces contra la pared y la verdad es que no sé que hacer. No sé si debo permitirme sentir lo que siento aunque sepa con toda certeza que las cosas no van a cambiar ni que aparecerá en mi puerta o veré su nombre en la pantalla del móvil, hasta que esté preparada para deshacerme de ello y dejarlo ir, o si más bien debo alejarlo de mi, de inmediato, borrar todo rastro que pueda hacerme recordar cosas que una parte de mi se niega a dejar ir (recuerdos bonitos, mágicos, pero que también duelen alguna que otra vez); y sí, seguramente  lo que pasa es que soy una cobarde que no tiene las suficientes agallas para  terminar con  esto y decir hasta aquí hemos llegado; pero luego aparece esa  vocecita que hace que siga esperando, en muchas ocaciones esperando como una tonta porque hasta el Papa de Roma sabe que nada hará que la situación dé un giro inesperando, de esos de 360º que te dejan sin aliento; porque seamos realistas, estas cosas no suceden, no a mi; y me da rabia no poder controlarlo porque hace que todo mi mundo tiemble y no encuentre un marco de alguna puerta dónde poder refugiarme y haga que me sienta segura, o que me prometan que no volveré a sentir esto, que seré capaz de respirar con total normalidad cuando nos encontremos de nuevo y que no tendré que volver a fingir. Y me doy cuenta de que a veces intento engañarme diciéndome a mi misma que mi estado de ánimo o el dolor que siento es culpa de mis hormonas revolucionadas o por el mal día que he pasado, cuando todos sabemos que todo eso son simples excusas para no afrontar que es lo que realmente ocurre. Y sí, no soy capaz de dejar de hablarle, porque desde que nos conocemos nunca se portó mal conmigo ni puedo echarle las culpas de nada, porque no la tiene. Sinceramente sería más fácil si se hubiera portado mal conmigo porque al menos podría odiarle por ello, pero es que ni eso.

La cabeza creo que me estallará, no sé si por el dolor de cabeza que tengo o por pensar tanto!

viernes, 14 de enero de 2011

Poderes

 
Hoy por fin he salido a la calle, después de pasarme una semana en casa con gripe yendo de la cama al sofá y del sofá a la cama; la verdad es que ya tenía ganas de poder salir, volver a conducir e ir a clase; y sí, habéis leido bien, he escrito "e ir a clase", jejejeje. Que queréis, una se llega a aburrir de estar en casa todo el santo día sin nada que hacer; vale, me hubiera podido poner a estudiar para las opos, pero con 38'5 de fiebre el resultado no hubiera sido muy bueno. Y de tanto ver "Los Protegidos" para distraerme, he deseado en más de una ocasión tener el poder de leer la mente; en parte sería divertido y nos ayudaría a no meter la pata en algún que otro momento, o simplemente dejar de hacernos preguntas estúpidas y quedarnos con cara de tontos. Pero si pudiéramos leer la mente tampoco existirían las sorpresas ni esas cosas, aunque a veces también nos libraríamos de algunas que son desagradables.
 
En fin, los poderes no creo que aparezcan, al menos no esta noche, así que mejor me voy a la cama y mañana será otro día.


domingo, 9 de enero de 2011

Sunshine Award

 
Esta semana he recibido un doble premio por dos bloggeros a los que sigo normalmente; el premio es el mismo, pero me lo han otorgado dos personas distintas: una es Bell y la otra es JFL. He de decir que para nada me lo esperaba y que les estoy muy agradecida; y que queréis que os diga, me ha gustado ver sus comentarios diciéndome que me pasara por sus respectivos blogs porque allí tenía una especie de regalo.
En fin, esto consiste en que ahora me toca a mi otorgar este premio a 12 personas más, pero si me lo permitís, yo lo entregaré tan sólo a cinco que creo que se lo merecen también, porque me encanta leer lo que van publicando en sus blogs, ya que con lo que escriben día a día o de vez en cuando, me hacen reir, reflexionar, pensar y questionarme muchas cosas que nos pueden ir pasando a todos a lo largo de este camino que es vivir.

http://mividanotieneningunsentido.blogspot.com/
http://delnegroalgris.blogspot.com/
http://cuandomequieras.blogspot.com/

martes, 4 de enero de 2011

Carta a sus Majestades los Reyes Magos


Queridos Reyes Magos:
este año, igual que los anteriores, creo poder decir que me he portado de la mejor forma que he sabido y no he causado ningún desastre mundial ni cosas por el estilo (si alguien les dice lo contrario no le hagan caso). Sí, vale, reconozco que ha habido momentos en que se han notado temblores en el suelo y todo se ha movido dando la sensación de que todo se iba a caer al suelo y romperse en mil pedazos, pero hemos encontrado algún que otro marco de alguna puerta que nos ha ayudado a soportar el seísmo, y que conste que los temblores no los he causado yo¬¬. Es por esto que les pido que está vez me traigáis lo que menciono a continuación:
en primer lugar, (aunque yo pondré todo mi empeño día tras día) me gustaría que la suerte o el destino o como quiera que se llame esto, esté de mi parte el día que me toque hacer el examen para las opos, para poder sacar una buena nota la cual me permita elegir un buen colegio donde trabajar. En segundo lugar quisiera un mapa que me señalara hacia dónde ir los días en que pueda sentirme algo perdida, y en tercero y último lugar desearía un saco pequeñito lleno de polvos de hada, para poder escaparme por la ventana al País de Nunca Jamás los días que haga mucho frío y el Sol decida quedarse en la cama, ya que me han dicho que allí las temperaturas són siempre cálidas y puedes tomar el Sol todo el tiempo que quieras sin quemarte.
Bueno, como verán no pido muchas cosas, así que por lógica sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, deberían traérmelo todo.

P.S.: Si sus Majestades quieren testigos de que me he portado como es debido durante este año, que sepan que los tengo, jejejeje.

lunes, 3 de enero de 2011

Smile


Creo que he empezado el 2011 con buen pie; al menos ayer, aunque me tuve que levantar a las ocho de la mañana (aun teniendo vacaciones), me lo pasé en grande. Con un grupo de amigos nos pasámos todo el día juntos, riendo, contando anécdotas, batallitas, jugando al party, haciendo la comida, la cena... hasta que miramos el reloj y resultó que eran las once y media de la noche. Y cuando llegué a casa me puse el pijama, y fue en ese preciso instante que me di cuenta de que, por primera vez en meses, había sido capaz de no pensar ni un sólo segundo en algo que hacía bastante tiempo no conseguía apartar.
Ahora escrito parecerá una bobada, pero no os podéis imaginar la satisfacción que sentí al ver que soy capaz de ir pasando página e ir avanzando.