lunes, 1 de agosto de 2011

Las pequeñas cosas son las que importan

Después de tres meses y medio de no pasarme por aquí, he decidido volver a hacerlo. Sé que lo he tenido muy abandonado y admito que también dejé de pasarme por los demás blogs, pero a partir de ahora intentaré volver a ponerme al día con esto.

Las cosas han ido mejorando, aunque sigo sin trabajar de maestra; pero bueno, al menos a finales de mayo se abrieron las listas de interinos y pude apuntarme, de manera que eso ya me da más puntos para que algún día me llamen para ofrecerme una substitución o una plaza vacante en algún colegio. Así que no perdamos la esperanza, porque como dice mi madre siempre: "algún día llegará mi momento y empezaré a trabajar de lo que me gusta." Mientras tanto voy dando repasos y hace unos meses que guardo a un niño pequeño de un año y medio algunas tardes; el pequeñajo es muy majo pero cuando no haces lo que él quiere, saca su instinto animal y te muerde; pero lo tengo controlado, jejeje. Por lo demás todo funciona muy bien y no puedo quejarme, y más me doy cuenta de que el hecho de que las cosas se torcieran un poco hará unos nueve o diez meses y yo empezara a verlo todo negro, ha hecho que ahora empezase a valorar de verdad las pequeñas cosas buenas que me pasan, que como siempre he pensado, son las que de verdad nos deberían importar más y las que dan sentido a todo lo demás.

Espero que estéis pasando un buen verano!

2 comentarios:

Goyo dijo...

Me alegro que poco a poco vayas caminando hacia adelante. Al final, todo se va arreglando. Te lo digo por experiencia propia, no es palabrería. Costará más o costará menos, pero al final... las cosas acaban volviendo a un camino medianamente interesante y acorde con lo que necesitamos.

Te deseo buena suerte y feliz regreso.

Oscuro dijo...

Al final nada es tan negro, de todo se saca algo.

Bienvenida de nuevo.

Un besito