viernes, 10 de diciembre de 2010

Hablamos sin parar pero no actuamos


¿Por qué nos resulta tan sencillo dar consejos a los demás y luego nos cuesta tanto aplicárnoslos a nosotros mismos?

Muchas veces nos encontramos con personas a las que intentamos ayudar dándoles nuestra opinión, diciéndoles qué es lo mejor que pueden hacer. Y en más de una ocasión me he dado cuenta de que los consejos que he dado a algunas personas, son consejos que de algún modo o en según que circunstancias no he sabido seguir. Se nos da genial hablar y opinar sobre algo que no nos está pasando en primera persona, pero después somos tan tontos de no saber qué hacer en esas mismas situaciones. Irónico, ¿no creéis?

En fin, cada día más me doy cuenta de que somos las personas las que complicamos las cosas y no el mundo, el cual sólo gira y gira y gira. ¿Será que nos aburrimos tanto que entrelazamos las cosas y les damos la vuelta hasta que pierden su forma natural? ¿o es que no sabemos actuar de otro modo?

Buen fin de semana!

P.S.: Si este finde váis al cine y no sabéis que película elegir, os recomiendo Bon Appetit; es una pelicula muy sencilla, pero que a mi me gustó mucho.

1 comentario:

Isabel. dijo...

Hoy precisamente hablaba yo con una amiga de eso mismo..el hecho de dar "bien" consejos y sin embargo no saber aplicarnoslos a nosotros mismos...curioso..y preocupante...sonrío..

Completamente de acuerdo...Bon Apeetit es una película que se deja ver con buen agrado...