De verdad que no entiendo a la gente; hay personas que cada día me asombran más y ver lo egoístas que son me saca de quicio. Que bueno, llegados a este punto, creo que ya ni quiero hacer el esfuerzo por entenderles, esta vez no, porque la cara de imbécil que se me está quedado últimamente, no tiene precio; por eso he aprendido a callar, respirar hondo y decir que todo va bien. En el fondo es más fácil y te evitas tener que ir contando a todo aquel que te pregunte, lo que en realidad te ocurre o te molesta. Dicen que de todo se aprende, pero se ve que a mi me cuesta más o no lo sé, porque me prometo a mi misma una y otra vez que no tropezaré con la misma piedra y mantendré los ojos más abiertos, pero no, tropiezo y vuelvo a tropezar; si es que....no tengo remedio¬¬'
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