lunes, 17 de enero de 2011

Nadar en un mar de dudas


Ayer fui a una fiesta tradicional de donde soy yo, y fue una pasada, porque el pueblo donde fui celebra Sant Antoni de una manera espectacular y a lo grande. Allí viven esta fiesta de una manera impresionante y antes de que llegue dia 16 de enero, ya están haciendo el recuento de cuántos días faltan para que llegue dicho día.

La cosa fue bien durante todo el día, o eso creí, hasta que vi a alguien, a quien no tuve más remedio que saludar. Hacía dos meses que no veía a dicha persona, y fue como si me tiraran un cubo de agua fría por encima. Pero una tiene experiencia en situaciones de este tipo, y pude fingir que todo iba bien, cuando en realidad notaba que me faltaba la respiración y que una parte de mi sólo tenía ganas de salir huyendo de allí como fuese o de ponerse a gritar delante de esa persona todo lo que llevo acallando hace algunos meses. Creí tener controlada esa parte de mi, pero ayer me volví a dar de bruces contra la pared y la verdad es que no sé que hacer. No sé si debo permitirme sentir lo que siento aunque sepa con toda certeza que las cosas no van a cambiar ni que aparecerá en mi puerta o veré su nombre en la pantalla del móvil, hasta que esté preparada para deshacerme de ello y dejarlo ir, o si más bien debo alejarlo de mi, de inmediato, borrar todo rastro que pueda hacerme recordar cosas que una parte de mi se niega a dejar ir (recuerdos bonitos, mágicos, pero que también duelen alguna que otra vez); y sí, seguramente  lo que pasa es que soy una cobarde que no tiene las suficientes agallas para  terminar con  esto y decir hasta aquí hemos llegado; pero luego aparece esa  vocecita que hace que siga esperando, en muchas ocaciones esperando como una tonta porque hasta el Papa de Roma sabe que nada hará que la situación dé un giro inesperando, de esos de 360º que te dejan sin aliento; porque seamos realistas, estas cosas no suceden, no a mi; y me da rabia no poder controlarlo porque hace que todo mi mundo tiemble y no encuentre un marco de alguna puerta dónde poder refugiarme y haga que me sienta segura, o que me prometan que no volveré a sentir esto, que seré capaz de respirar con total normalidad cuando nos encontremos de nuevo y que no tendré que volver a fingir. Y me doy cuenta de que a veces intento engañarme diciéndome a mi misma que mi estado de ánimo o el dolor que siento es culpa de mis hormonas revolucionadas o por el mal día que he pasado, cuando todos sabemos que todo eso son simples excusas para no afrontar que es lo que realmente ocurre. Y sí, no soy capaz de dejar de hablarle, porque desde que nos conocemos nunca se portó mal conmigo ni puedo echarle las culpas de nada, porque no la tiene. Sinceramente sería más fácil si se hubiera portado mal conmigo porque al menos podría odiarle por ello, pero es que ni eso.

La cabeza creo que me estallará, no sé si por el dolor de cabeza que tengo o por pensar tanto!

4 comentarios:

Kashtanka dijo...

Ante todo la cabeza bien alta y una sonrisa de oreja a oreja cuando te lo encuentres.
Es verdad que la vida no nos da esos giros de 360˚ que tanto nos gustarìa como en las pelìs.
Yo de ti lo eliminarìa TODO, no es fàcil, pero intenta valorar màs el resto de cosas que te pasan, y sobre todo no te ancles en el pasado, que eso no es nada bueno.
Deja que pase el tiempo, pero mantente activa y un dìa te sorprenderà como ha cambiado la visiòn de tus recuerdos. Un abrazo de ànimo!!

CMQ dijo...

El tiempo lo cura todo... incluso lo que no queremos ver curado. Animo y un abrazote.

Goyo dijo...

Me he sentido muy identificado con el texto que has puesto hoy. Casi, casi podría haberlo firmado abajo.
Mucho ánimo y, aunque es muy duro, al final todo acabará por mejorar. Te deseo lo mejor.

Morland dijo...

Kashtanka, CQM, Goyo, muchas gracias por vuestros ánimos y vuestras palabras, de verdad que os lo agradezco muchísimo. Es cierto que el tiempo lo cura todo, pero siempre podemos tener días en que creamos que el Sol brilla más en otra parte. En fin, seguiremos adelante como hasta ahora y como dice Kashtanka, con la cabeza bien alta.

Un besito para cada uno!